El día 1 de mayo, en nuestro convento de Cocentaina, nos reunimos 35 hermanos procedentes de todas y cada una de las once fraternidades que componemos la Zona 3.

Hubo tiempo para todo, a Dios gracias, como en el Eclesiastés: tiempo para saludar y tiempo para desayunar, tiempo para orar y tiempo para silenciar, tiempo para hablar y tiempo para escuchar, tiempo para visitar y tiempo para vacar, tiempo para dialogar y tiempo para disfrutar, tiempo para yantar y tiempo para descansar, tiempo para marchar y tiempo para viajar de vuelta.

Ya lo dice el salmista: ¡Ved qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos!

El ambiente, como siempre fue calidísimo, la oración inicial muy bien preparada por el Definidor de Zona, el Guardián nos ilustró con una bella charla sobre “Vivir la Pascua con Francisco de Asís” y nos enseñó la iglesia y el convento a fondo, todos pudimos departir con todos sosegadamente y hasta la cocinera y los dos maestros paelladores, que compartieron mantel con los hermanos, disfrutaron de la mañana.

El hermano viento, el hermano sol y hasta una breve visita de la hermana agua nos bendijeron también con su presencia.

Que el Señor recompense a la comunidad anfitriona por su eficiencia, discreción y cercanía.

Un fraile de la Zona 3