La doblemente dichosa
Evangelio según san Lucas (11,27-28)
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo gritando, le dijo: «¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!»
Pero Jesús le respondió: «Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».
Palabra del Señor
Se trata de la Palabra. Jesús habla con toda claridad: el Reino de Dios no es para los que se ufanan de sus privilegios, sino para los que acogen a los testigos de la Palabra, de una Palabra que proclama la libertad y la gratuidad de Dios.
La dicha, la felicidad, la alegría profunda del corazón consiste en la disponibilidad para la ESCUCHA de la Palabra de Dios y ponerla en práctica.
"Dichosos los que oyen la Palabra de Dios y la cumplen". Es decir, que mientras la Palabra lanzada por Dios no vuelva a Él convertida en confesión de fe, carece, en cierta manera, de significación, queda vacía y hueca. La Palabra de Dios es intercambio, diálogo, Alianza.
Por eso, Maria es doblemente dichosa, por ser madre de Dios y por ser discípula fiel de la Palabra, madre de los creyentes, precisamente porque, como nota el evangelista, "meditaba y guardaba todas estas cosas en su corazón".
¡Paz y Bien!